martes, 13 de mayo de 2008

El precio que hay que pagar por no ser Carla Bruni

Por cortesia de MMP
Marta Matute / MADRID (23-04-2008)
Medio centenar de mujeres de mediana edad y un solo hombre, el psiquiatra Jesús de la Gángara, desayunaban ayer en un céntrico hotel de la capital madrileña. Les había convocado la firma de cosméticos Olay con la intención de intercambiar opiniones sobre las preocupaciones, necesidades y aspiraciones de la mujer madura. En la tribuna de invitados, Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa y vicepresidenta de CEOE, desgranaba las experiencias de una mujer casada y con un hijo que ha sido directora general de Seguros y que ya rebasó los 50.
González de Frutos comenzó con voz pausada su intervención haciendo gala de sus triunfos profesionales y sabiéndose una mujer afortunada. Pero de pronto, mientras recordaba que 'a ciertas edades la frustración florece de golpe', sacó de su cartera una fotografía, un retrato institucional como los que suelen aparecer en la prensa salmón, y la mostró al público.
El auditorio vio entonces a una mujer de mediana edad, vestida sobriamente con un traje de chaqueta. Pilar González de Frutos dijo: 'Ésta soy yo' y guardó su foto. Entonces, en un guiño de complicidad con el auditorio, sacó otra igual de grande que la primera y mostró a mujer bellísima que tocaba la guitarra. 'Evidentemente, ésta no soy. Es Carla Bruni. No sé si me gustaría se r como ella, aunque a quien le encantaría que lo fuera sería a mi marido' reconoció divertida.
El fantasma de la depresión revoloteó ayer una y otra vez sobre las cabezas de las mujeres del encuentro. '¿Es la vejez una enfermedad?', se preguntó retóricamente Jesús de la Gándara, y contó la anécdota de una paciente que en cierta ocasión le confesó que se había puesto silicona y su marido ni siquiera se había dado cuenta. 'Las mujeres antes de pasar por quirófano deberían sentarse en el diván del psiquiatra'.
La mujer española siente que su plenitud se apaga a partir de los 36 años y son muchas las que se consideran viejas a los 50. Ellos no son más optimistas: opinan que ellas están en su mejor momento a los 33, según datos facilitados por Olay, promotora de un programa de becas para la recuperación académica de la mujer. ¿Y después de los 50, qué?, se preguntó la presidenta de Unespa. 'Después, si eres rica y occidental, todo hay que decirlo, adquieres una visión de largo alcance que es un privilegio, sumas una capacidad de conciliación y diálogo que la sociedad agradece, y atesoras libertad y espontaneidad', le respondió la diputada del PP, Soledad Becerril. Becerril, la primera mujer que se sentó en un consejo de ministros en España y que un día tuvo que dar carpetazo a las entrevistas porque los periodistas sólo deseaban fotografiarla jugando al tenis, desveló ayer que su revés ya no es el que era y que no ha sido fácil aceptar los cambios físicos.
'El secreto de la madurez está en ganar el combate a ese terrible enemigo que se llama tiempo', afirmó rotundo Jesús de la Gándara. 'Se trata de armonizar la edad biológica, la edad biográfica y la edad real, conciliar la triple jornada, poseer una economía propia y ser activa intelectualmente. Para escamotear la depresión la mujer debe fortalecer el llamado factor de desarrollo neurotrófico cerebral, que nos permite adaptarnos a las exigencias evolutivas de manera rápida. ¿Cómo? Con estudio, deporte y sexo', apuntaló el médico.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo para nada creo que la vejez sea una enfermedad y desde luego no lo es en las mujeres.......solo tengo que mirar a mi madre y a mi padre 7años mas joven en el carnet y todo lo contrario fisica e intelectualmente....pero descartada en mi opinión que la vejez sea una enfermedad y desde luego no una enfermedad femenina que es lo que les interesa hacernos creer a las firmas de cosmeticos.....si participo de la frase final del articulo sobre como conservarse (vivir) mejor....
La diferencia entre la Bruni y las demás es la belleza pero tb lo era a los 15....los cosmeticos no pueden convertirnos en lo que no somos aunque ayuden a retrasar alguno sintomas de la madurez. No sé si un dia me levantaré sintiendome mayor -como dice alguien en el articulo-....es verdad que me pasan cosas y pienso que es porque sumo años pero mi revés es definitivamente mucho mejor que antes y para nada querría volver a tiempos pasados. Lo que quiero es que este tiempo dure...aunque por supuesto es perfectible.

Anónimo dijo...

eso, eso, mucho sexo...
No, en serio. Yo esta semana he leido un articulo, igual lo visteis, sobre el aumento de bajas por depresion, en el que mas o menos concluian, que la clave esta en las expectativas que uno tenga. Bueno, pues esto es lo mismo, la manera de afrontar el "hacerse mayor" depende de lo que uno valore en uno mismo y en los demas. Yo creo que un buen fisico ayuda en muchos campos de la vida, pero lo que determina mi "admiración" por alguien son muchas otras cosas...y esas no solo no se pierden con la edad, sino que en muchos casos mejoran...y no me refiero precisamente a tu reves ASM...
Sonia PT

Anónimo dijo...

Bueno, puede que llegue con algo de retraso a este blog, pero no ha podido ser antes. He leído el artículo y vuestros comentarios desde mi reciente entrada en los cuarenta.

Por supuesto estoy de acuerdo con lo de que no es una enfermedad y que estamos mejor que los hombres, y que la belleza está en el interior y ... todo está muy bien. Peeeeroooo... de verdad ninguna se ha mirado en el espejo y se ha visto mayor de lo que se siente? No os habeis estirado la piel de la cara pensando lo estupenda que estariais si "cogiésemos sólo este pellizquito"? Pues yo sí. En estos últimos 5 años me veo mucho más envejecida y esto me lleva a creerme muuuucho más vieja de lo que soy. También se que hay que aceptarlo y que ahora soy mucho más segura de mi misma que antes, pero esta cultura de exaltación de la juventud, y defenestración de la "edad madura" hace mella en nosotros (en unos más que en otros) y nos puede llevar a una melancolía e incluso depresión.

Ojalá esto cambie pronto y veamos la belleza de la edad madura, en la que por otro lado entramos queramos o no, y nos quitemos este lastre de encima.

Con lo que estoy plenamente de acuerdo es que tu edad la determina la vida que lleves y lo que la disfrutes, que por supuesto no tiene que ser igual para todo el mundo. Y yo la estoy disfrutando muuucho... y lo que me queda!

SD