miércoles, 4 de enero de 2012

La pasión segun Marie Curie

Por cortesía de ASM
Marie yace postrada en una cama, casi ciega y sabe que su vida, presa de la leucemia, se apaga. Tiene 66 años. Es primavera en París. Hace unos meses que ha regresado de su Polonia natal, el último viaje. En el hospital del barrio parisino de Passy, donde la atienden, espera el final, consciente y tranquila. «La mejor vida no es la más larga, sino la más rica en buenas acciones», le dice a su hija menor, Eve, que la acompaña en su enfermedad Y en esos días, mientras apenas aprecia ya la luz del verano, que se acerca, la hace cómplice de sus confesiones.
Recuerda Marie cómo con apenas 20 años, y cuando todavía usaba su nombre polaco, Manya Sklodowska, recorría las calles de Varsovia, ofreciéndose como institutriz y soñando con estudiar en la universidad de la Sorbona, en París. Marie tiene un expediente académico brillante, una capacidad de trabajo envidiable, habla con fluidez polaco, ruso, alemán y francés, pero en la Polonia de la época -ha nacido en 1867- una mujer no tenía posibilidades de cursar estudios superiores, y la economía familiar no hace posible enviarla a París. Hija de un profesor de ciencias y una maestra, es la menor de cinco hermanos y su adolescencia queda marcada por la muerte de su hermana mayor, Zofia, como consecuencia del tifus, y dos años más tarde la de su madre, por tuberculosis. Marie podía haberse hundido, pero hizo lo contrario. Se puso de acuerdo con su hermana Bronya, tan brillante como ella, para ayudarse mutuamente. Manya trabajaría como institutriz en Polonia para costear los estudios de Medicina de su hermana en París y, cuando esta terminase, la ayudaría a ella a recorrer el mismo camino.
En 1891, con 24 años, Manya llega finalmente a París, cambia su nombre por Marie y se matricula en la Sorbona para estudiar Física y Matemáticas. Rechaza la invitación de su hermana de vivir con ella y su marido, un médico polaco, para instalarse, mejor, en un pequeño ático frío y lúgubre del Barrio Latino, más cerca de la universidad. Las aulas, los libros, las conferencias... eran toda su vida. «Aquellos años fueron intensos y consagrados al estudio. Apenas tenía dinero, la estufa de carbón era un elemento decorativo; la comida, apenas un recuerdo... pero nunca me importó». En 1893 obtuvo la licenciatura en Físicas, como número uno de su promoción, y al año siguiente la de Matemáticas, como la segunda del curso.
Cuando rememora aquellos tiempos para su hija Eve en el hospital de Passy, aunque la anemia aplásica que sufre le causa una enorme fatiga y le quita el aliento, sonríe. «¿Tu padre? El matrimonio y los hombres nunca fueron un tema que me preocupase. Además, ¿quién iba a fijarse en una mujer pálida, escuálida y todo el día rodeada de libros? Bueno... otro físico, el señor Pierre Curie». Después de algunas fórmulas matemáticas y sin más testigos que la investigación y la ciencia, se casaron. «Unas bicicletas y la campiña francesa fueron nuestra luna de miel. Alquilamos un pequeño apartamento con lo esencial e instalamos nuestro humilde laboratorio en un cobertizo abandonado. En aquel miserable cobertizo fue donde transcurrieron los mejores y más felices años de nuestra vida, enteramente dedicada al trabajo. Y por las noches disfrutábamos de un espectáculo de formas luminosas».
Incluso entonces, postrada en la cama, Marie no sabe que aquellas formas luminosas que tanto le fascinaban es lo que la está matando: la radiactividad. Los Curie fueron durante sus once años de convivencia un matrimonio consagrado a la ciencia. Con el apoyo de Pierre, Marie decidió preparar su tesis doctoral sobre la naturaleza de las emisiones producidas por el uranio recientemente descubiertas por el físico francés Henri Becquerel. Había nacido lo que Marie denominó la `radiactividad´. Además, ella y Pierre consiguieron aislar dos nuevos elementos químicos: el polonio (en honor a su patria) y el radio. Realizaron las investigaciones en un laboratorio casero, sin seguridad alguna.
Su trabajo se vio recompensado con el Nobel de Física en 1903. Marie tenía solo 36 años. «Sabes lo poco que me gusta exhibirme en público, pero debía recoger el premio. Tu padre había luchado mucho por acallar los rumores que decían que yo solo era su ayudante, pero, aun así, el presidente de la Academia Sueca me recordó que solo era una mujer: `No es bueno que el hombre esté solo, harele ayuda idónea para él´, citó del Génesis. Hoy sé que me equivoqué; no debí callar. Solo a tu padre dije qué pensaba: `Las mentiras son muy difíciles de matar, pero una mentira que atribuye a un hombre lo que en realidad era el trabajo de una mujer tiene más vidas que un gato´».
Con el dinero obtenido (15.000 dólares) y la concesión a Pierre de la cátedra de Física de la Sorbona logran vivir más holgadamente -«compramos una bañera», le cuenta a Eve-, pero renuncian a patentar sus hallazgos. Durante estos años tienen, además, dos hijas, Irène y la propia Eve, que pasan, lógicamente, muchas horas al cuidado de su abuelo paterno, viudo.
Y, entonces, la fatalidad. Pierre es atropellado por un pesado carruaje y muere. «Un carro, la lluvia, tu padre que siempre andaba inmerso en nuestras investigaciones... la fatalidad lo quiso. No podía aceptar la pensión que me ofrecieron, pero sí acepté la cátedra de Física vacante tras la muerte de Pierre». Era el 15 de noviembre de 1906, la primera vez que una mujer impartía una clase en una universidad. Otro hito.
Pese al dolor, Marie sigue con sus investigaciones e impartiendo clases. Pero una sociedad misógina criticó que no guardara luto por la muerte de su marido. Se rumorea incluso un supuesto romance con el físico Paul Langevin, casado. «Me acusaron de ladrona de maridos, y Le Journal me regaló una portada, cosa que no hizo con el Nobel, con Una historia de amor: Marie Curie y el profesor Langevin, pero nada es cierto. ¿Sabes lo que me dolió de verdad? Cuando en 1910 solicité el ingreso en la Academia Francesa de Ciencias, a la que perteneció tu padre, y me fue denegado por un voto. Más tarde supe que en las votaciones se dijo: `Las mujeres no pueden entrar en la academia´. Eso sí me dolió».
Pero nada de esto pudo con ella, y en 1911 se le otorga el Nobel de Química por el descubrimiento y aislamiento del radio. Es la primera persona en obtener dos Nobel. Y solo con 44 años. Poco después, Irène pasa a ser su asistente en el laboratorio, estalla la Primera Guerra Mundial y Marie crea 18 unidades móviles de rayos X para los hospitales de campaña en los que diagnosticar a los soldados heridos. Aquellas unidades se llamaron `petites Curie´. «La guerra, hija, es la mayor miseria humana y aquella embargó de locura a todo el mundo. Así que decidí invertir mis años de investigación en aliviar el sufrimiento humano».
Tras la capitulación y pese a lo poco que le gustaba exhibirse en público, Marie viaja con sus hijas a Estados Unidos para recaudar fondos y seguir investigando las aplicaciones médicas del radio. La gira fue un éxito, pero de regreso a Francia su salud comienza a debilitarse. Habían sido muchos años trabajando con materiales radiactivos sin ninguna protección, incluso sus notas, manuscritos y todo el material conservado siguen siendo radiactivos y se conservan en recipientes de plomo. Mientras Eve acompañó a su madre a un sanatorio, Irène, ahora Irène Joliot tras casarse con el físico Frédéric Joliot, continuaba los trabajos de su madre. En 1935, el matrimonio Joliot-Curie es galardonado con el Nobel de Química por el descubrimiento de la radiactividad artificial. Irène murió en 1956, 22 años después de su madre, también de leucemia, por su alta exposición.
Eve fue la única de la familia que no se dedicó a la ciencia. Pianista y escritora, es la autora de la mejor biografía de su madre. Eve falleció en 2007, con 103 años. «Al nacer yo, mi madre tenía 37 años. Cuando estuve en la edad de conocerla bien, era una anciana ilustre, la `ilustre investigadora´. En cambio, me parece haber vivido siempre al lado de la estudiante pobre y soñadora que fue Manya Sklodowska. En el instante mismo de su muerte, seguía pareciéndose a aquella joven. Era aún dulce, obstinada, tímida y curiosa. Marie tuvo en un cementerio silvestre, entre las flores del estío, un entierro silencioso y sencillo, como si la vida que terminaba semejara a tantas otras».
Javier Sanz

13 comentarios:

ana dijo...

Manya Slodowska era mi heroina favorita en la infancia (Sí... Jo March también). Y quizá el único mito que nunca se me ha roto. Leí tantas veces en mi cama el numero 28 de la colección auriga, que aún hoy, habiendo leido todas las biografías que han caido en mis manos sobre ella, recuerdo siempre la escena de ese libro en que se ponía una silla sobre la cama para que le diera calor. Cuando fui a Varsovia (invierno y Varsovia nevada) sólo hice esfuerzo por visitar su colegio. Y cuando pude disfrutar de tiempo suficiente en París, fui a su laboratorio. Pero lo que me emocionó de verdad, fue ver su sepultura con su nombre y una flor en el panteón de HOMBRES ilustres. Ella no fue una científica masculina. Pero me gusta ese sitio para ella. En todas las clases que doy (sobre la historia de la oncología, claro!) pongo unas fotos de Manya/Marie y hablo de sus logros. Es mi pequeña contribución a que las nuevas generaciones sepan algo de esta mujer a la que muchas debemos estar donde estamos y algunas incluso ser como somos.

viernes dijo...

En Madrid la exposicion sobre Marie Curie ya terminó porque la inauguración fue el 16 de noviembre y duraba hasta el 20 de diciembre. Lugar: Academia de Ciencias - C/ Valverde, 22 - 28004 Madrid. pero luego va a viajar por toda España por si os interesa.


Hace un siglo, Marie Curie, pionera en el campo de la radioactividad, recibió el Premio Nobel de Química.
Por este motivo, el Servicio Cultural de la Embajada de Francia en España le dedica una exposición en la Academia de Ciencias y el Hotel Palace propone un «Menú del Nobel» en su honor. Un homenaje a una de las científicas más importantes de su tiempo. Esta exposición viajará por toda España durante el 2012.

Moti Mahal dijo...

La biografía que escribió su hija Eve sobre ella, La vida heroica de Marie
http://www.librosmaravillosos.com/lavidaheroicademariecurie/index.html

Mercedes dijo...

Me ha gustado mucho. Gracias.

Anónimo dijo...

Hola Amparo, Me ha encantado el artículo y el comentario de Ana, no dejes de enviarnos estas cosas!!! Un abrazo, y Feliz Año!Mavi

Anónimo dijo...

Hace ya muchos años leí la biografia de Madame Curie... siempre la admiré, Que bueno empezar el 2012 recordando esa época en la qeu leía, no devoraba las biografias de los más ilustres científicos. MariaJo

Anónimo dijo...

Si, Amparo, como siempre eres fantastica al hacernos participes de noticias emocionantes, sigue haciendolo, te lo ruego, gracias de nuevo, Alessandra

JAVIER SAN JOSE dijo...

Marie Curie (mucho mejor Sklodowska) también es uno de mis héroes y utilizo el masculino plural propositadamente para evidenciar que en logros humanos no hay ni debe haber estúpidas diferencias de sexos. Simplemente hay seres humanos excepcionales e otros que no lo son.
Hecha la apreciación de la científica eximia creo que la mancomunidad Marie-Pierre fué un ejemplo de que dos seres humanos que comparten vida y pasion(es) son mucho más que la suma de las partes, creo que se le debe a Pierre el reconocimento de saber ver e estar al lado de una gran mujer en tiempos en que ellas "valían" menos. Cuánto hemos avanzado!

C. Rigalt dijo...

Hace menos de dos meses asistí, en la Residencia de Estudiantes (donde "paró" Marie al menos en una ocasión) a una conferencia sobre ella a cargo de Pilar Goya (CSIC). Os hago de este comentario para señalar dos curiosidades, Una: Goya es química de profesión, especialista en química de los medicamentos (yo lo resumo así pero la expresión es mucho más rebuscada) y lo sabe todo sobre Marie Curie. Dos: además de saberlo todo sobre Marie Curie, Goya lo sabe todo sobre Rubalcaba, porque es su marido. La doctora Goya trabaja mucho en Europa, especialmente en Alemania. La suya no fue una conferencia al uso. Hizo una puesta en escena muy cinematográfica, con un formato sumamente atractivo. Si teneis ocasión de oirla, no os la perdais. Los conferenciantes, como los cantantes, suelen pasear sus conciertos.

Anónimo dijo...

Por favor! que nos avise para la próxima...
Ana

Fátima dijo...

gracias guapa, me ha encantado leerlo!!
bss

Sonia PT dijo...

El dia 5 de marzo a las 19.30h hay una conferencia en La Residencia de estudiantes : Marie Curie ou l´esprit d´enterprise en science.
Os dejo el enlace
http://www.residencia.csic.es/act/calendario/calendario.htm

Sonia PT dijo...

Mas Marie Curie
EXPOSICIÓN EN TORNO A MARIE CURIE

Del 18 al 27 de abril en el Instituto Isabel La Católica (Avenida Alfonso XII, 3 - Junto al Retiro)

Exposición abierta de lunes a viernes, de 09:00h a 21:00h.

Inauguración el 18 de abril a las 18:00h. Junto con los paneles se exhibirá material de los laboratorios de física y química de principios del siglo XX, cuando se abrió esta emblemática institución de enseñanza femenina.

Tras el acto Belén Yuste, Coordinadora del homenaje a Marie Curie en España, impartirá la conferencia "Marie Curie: Una polaca en París", sobre la vida de Marie Curie.

Sonnia L. Rivas-Caballero, coordinadora del homenaje español a Marie Curie y coautora del libro Una polaca en París, leerá fragmentos de cartas de Marie Curie