viernes, 23 de septiembre de 2011

El día que ellas llenaron el estadio


Por Blanca Lopez Arangüena
Muertes, navajazos, peleas callejeras. La pasión desbordada que los turcos sienten por el deporte rey se conoce ya con el nombre de Infierno Turco. El que quiera gozar de una tranquila tarde de fútbol, aquí lo tiene difícil. Esto es pura adrenalina. Quizás demasiada. Por eso la federación turca de fútbol ha decidido rebajar un poco el voltaje vetando la entrada a los hinchas del Fenerbahçe y llenando las gradas con sus hermanas, mujeres, madres y niños menores de 12 años.
La medida, pionera, se decidió la semana pasada. El equipo estambulita había sido sancionado con jugar dos partidos de la liga sin público, en respuesta a un episodio de violencia ocurrido el pasado mes de julio. Durante ese mes, el recién coronando campeón de la liga turca había sido acusado de amañar 18 partidos para hacerse con el título. Casi 30 personas, entre junta directiva, personal técnico y jugadores habían sido detenidas y la fiscalía ordenaba encarcelar a su presidente, Aziz Yildirim. La humillación era patente en los fans, que hasta hacía pocos días, adornaban los balcones de sus casas con la banderas de su equipo. Así que la chispa saltó durante un amistoso. Los hinchas del equipo contrario y miembros de la prensa sufrieron en carne propia la frustración de los canarios –como se le conoce al conjunto por el amarillo de sus camisetas-.
La federación turca de fútbol decidió dar un castigo ejemplar al equipo, pero poco antes del encuentro del pasado martes, cambiaron la resolución por una medida más original. El Fenerbahçe jugaría los dos partidos de castigo ante público exclusivamente femenino y sin lucrarse. Las entradas, para las 41.000 hinchas que acudieron al encuentro, fueron gratis. Así, en un solo golpe de efecto, el fútbol turco consiguió apartar la atención de los escándalos y demostrar que las mujeres también llevan dentro los colores, pero con deportividad.
A la hora del partido, adornadas de azul oscuro y amarillo, las gradas parecían repletas con la afición de siempre. “Esto es Kadiköy y aquí no hay salida. Este es el Fener y nosotras sus fans”. La misma emoción. Más decibelios y sin bengalas.
Los hombres tuvieron que conformarme con ver el encuentro contra el Manisaspor desde sus casas. A través de la tele pudieron ver como antes del partido, los jugadores tiraron flores a las gradas. Como la nueva hinchada recibía al equipo rival con aplausos en vez de los habituales abucheos. También vieron como su equipo empataba 1-1, sin que el resultado produjera ningún episodio de violencia.
“Es un recuerdo que guardaré para siempre” aseguró Alex Sousa, el capitán del equipo, al terminar el encuentro. También lo hará Meral Emir, hincha del Fenerbahçe desde pequeña que no quiso perderse el partido. “Cuando volví a casa mi padre estaba viendo la tele” relata por teléfono. “No animasteis lo suficiente, me dijo, porque empatamos”. “Me reí. Te das cuenta que el fútbol necesita a las mujeres para hacerlo más deportivo”.

2 comentarios:

Mónica H dijo...

Esta vez me ha tocado la fibra. Me ha gustado tanto que posiblemente la utilizaré en el instituto para trabajarla con los alumnos de bachillerato ya que le dedico especial atención a los valores del deporte.
Un besazo

Maria Luisa dijo...

Genial !!